Ir al contenido principal

Palabras envenenadas

"Las palabras pueden actuar como dosis ínfimas de arsénico: uno las traga sin darse cuenta, parecen no surtir efecto alguno, y al cabo de un tiempo se produce el efecto tóxico."


Victor Klemperer (2002): LTI. La lengua del Tercer Reich. Apuntes de un filólogo, editorial Minúscula. (Algunos extractos aquí).

Comentarios

Entradas populares de este blog

El Principito y los números

(El principito era cualitativista:) "A los adultos les gustan los números. Cuando uno les habla de un nuevo amigo, nunca preguntan sobre lo esencial. Nunca te dicen: "¿Cómo es el sonido de su voz? ¿Cuáles son los juegos que prefiere? ¿Colecciona mariposas ?". Te preguntan: "¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos tiene? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?". Sólo entonces creen conocerlo. Si uno dice a los adultos: "Vi una bella casa de ladrillos rosas, con geranios en las ventanas y palomas en el techo..." no logran imaginársela. Hay que decirles: "Vi una casa de cien mil francos." Entonces exclaman: "¡Qué lindo!". Así, si uno les dice: "La prueba de que el principito existió es que era encantador, que reía y que quería un cordero. Cuando se quiere un cordero, es prueba de que se existe", alzarán los hombros y te tratarán como a un niño! Pero si uno les dice: "El planeta del que venía es el asteroide B 612...

Barthes: la Tópica y los lugares (comunes) en la máquina retórica

“En la “máquina retórica” lo que se introduce al principio, emergiendo apenas de la afasia nativa, son los fragmentos brutos de razonamientos, hechos, un “tema”; lo que se encuentra al final es un discurso completo, estructurado, construido enteramente para la persuasión.” Barthes ( 1993: 120-121 ) Un bonito fragmento de Barthes con el que me topé el otro día, sobre los lugares y las Tópicas como elemento fundamental de la retórica (entendida como esa técnica o arte de producir discursos persuasivos en base a determinadas reglas y procedimientos más o menos establecidos, más o menos conscientes) a la hora de encontrar qué decir. Aclara, entre otras cosas, el sentido de la metáfora espacial para hablar de esas “formas vacías” y “estereotipos” ( tópicos ), los lugares comunes a los que recurrimos para producir cualquier discurso. Para un mayor desarrollo del tema, consúltese el texto. En francés: “B. 1. 18. Le lieu, topos, locus. Les classes de prémisses enthym...

El Avapiés, por Arturo Barea

"Madrid viejo, mi Madrid de niño, es una oleada de nubes o de ondas. No sé. Pero, sobre todos los blancos y azules, sobre todos los cantos, sobre todos los sones, sobre todas las ondas, hay un leit motiv: AVAPIÉS           Madrid terminaba allí entonces. Era el fin de Madrid y el fin del mundo. Con ese espíritu crítico del pueblo que encuentra la justa palabra, que ya hace dos mil años se llamaba la voz de Dios – Vox populi, vox Dei -, el pueblo había bautizado los confines del barrio. Había las “Américas” y había además el “Mundo Nuevo”. Y efectivamente, aquél era otro mundo. Hasta allí navegaba la civilización, llegaba la ciudad. Y allí se acababa.           Allí empezaba el mundo del as cosas y de los seres absurdos. La ciudad tiraba sus cenizas y su espuma allí. La nación también. Era un reflujo de la cocción de Madrid del centro a la periferia y un reflujo de la cocción de España, de la periferia al centro. Las dos olas s...