Ir al contenido principal

Doris Lessing: "Estáis siendo adoctrinados. Lo sentimos mucho, pero es lo mejor que podemos hacer"

Texto que me he cruzado en Twitter, vía @midelsastre. La autora, Doris Lessing (1919-2013), lo escribe a propósito de la educación de los críticos (de arte y literatura):

"Todo empieza cuando el niño tiene apenas cinco o seis años, cuando entra en la escuela. Empieza con notas, calificaciones, premios, «bandas», «medallas», estrellas y, en ciertas partes, hasta galones. Esta mentalidad de carreras de caballos, ese modo de pensar en vencedor y en vencidos, conduce a lo siguiente: «El escritor X está o no unos cuantos pasos delante del escritor Y. El escritor Y ha caído más atrás. En su último libro, el escritor Z ha rayado a mayor altura que el escritor A». Desde el principio, se entrena al niño a pensar así: siempre en términos de comparación, de éxito y de fracaso. Es un sistema de desbroce: el débil se desanima y cae. Un sistema destinado a producir unos pocos vencedores siempre compitiendo entre sí. Según mi parecer —aunque no es éste el lugar donde desarrollarlo—, el talento que tiene cada niño, prescindiendo de su cociente de inteligencia, puede permanecer con él toda su vida, para enriquecerle a él y a cualquier otro, si esos talentos no fueran considerados mercancías con valor en un juego de apuestas al éxito.
Otra cosa que se enseña desde el principio es desconfiar del propio juicio. A los niños se les enseña sumisión a la autoridad, cómo averiguar las opiniones y decisiones de los demás y cómo citarlas y cumplirlas.
En la esfera política, al niño se le explica que es libre, demócrata, con un pensamiento y una voluntad libres, que vive en un país libre, que toma sus propias decisiones. Al mismo tiempo, es un prisionero de las suposiciones y dogmas de su tiempo, que él no pone en duda, debido a que nunca le han dicho que existieran. Cuando el joven ha llegado a la edad de escoger «seguimos dando por descontado que una elección es inevitable— entre el arte y las ciencias, escoge a menudo las artes por creer que ahí hay humanidad, libertad, verdadera elección. Él no sabe que ya ha sido moldeado por un sistema: ignora que la misma elección es una falsa dicotomía arraigada en el corazón de nuestra cultura. Quienes lo notan y no quieren ser sometidos a un moldeado ulterior, tienden a irse en un intento medio inconsciente e instintivo de encontrar trabajo donde no vuelvan a ser divididos contra ellos. Con todas nuestras instituciones, desde la policía hasta las academias, desde la medicina a la política, prestamos poca atención a los que se van, ese procedimiento de eliminación que siempre se produce y que excluye, muy tempranamente, a quienes podrían ser originales y reformadores, dejando a aquellos que se sienten atraídos por una cosa, porque eso es precisamente lo que ya son ellos mismos. Un joven policía abandona el cuerpo porque dice que no le gusta lo que debe hacer. Un joven profesor abandona la enseñanza, quebrantado su idealismo. Este mecanismo social funciona casi sin hacerse sentir; sin embargo, es poderoso como cualquiera- para mantener nuestras instituciones rígidas y opresoras.
[...]
Puede que no exista otro medio de educar al pueblo. Al menos, no lo creo. Entretanto, sería de gran ayuda describir por lo menos correctamente las cosas, llamarlas por su nombre.
Idealmente, lo que debería decirse y repetirse a todo niño a través de su vida estudiantil, es algo así: «Estáis siendo indoctrinados. Todavía no hemos encontrado un sistema educativo que no sea de indoctrinación. Lo sentimos mucho, pero es lo mejor que podemos hacer. Lo que aquí se os está enseñando es una amalgama de los prejuicios en curso y las selecciones de esta cultura en particular. La más ligera ojeada a la historia os hará ver lo transitorios que pueden ser. Os educan personas que han sido capaces de habituarse a un régimen de pensamiento ya formulado por sus predecesores. Se trata de un sistema de autoperpetuación. A aquellos de vosotros que sean más fuertes e individualistas que los otros, les animaremos para que se vayan y encuentren medios de educación por sí mismos, educando su propio juicio. Los que se queden deben recordar, siempre y constantemente, que están siendo modelados y ajustados para encajar en las necesidades particulares y estrechas de esta sociedad concreta.» "

Doris Lessing, "Prefacio", El cuaderno dorado, Barcelona, Noguer, 1983 (v.o. 1962).

Comentarios

Entradas populares de este blog

El Principito y los números

(El principito era cualitativista:) "A los adultos les gustan los números. Cuando uno les habla de un nuevo amigo, nunca preguntan sobre lo esencial. Nunca te dicen: "¿Cómo es el sonido de su voz? ¿Cuáles son los juegos que prefiere? ¿Colecciona mariposas ?". Te preguntan: "¿Qué edad tiene? ¿Cuántos hermanos tiene? ¿Cuánto pesa? ¿Cuánto gana su padre?". Sólo entonces creen conocerlo. Si uno dice a los adultos: "Vi una bella casa de ladrillos rosas, con geranios en las ventanas y palomas en el techo..." no logran imaginársela. Hay que decirles: "Vi una casa de cien mil francos." Entonces exclaman: "¡Qué lindo!". Así, si uno les dice: "La prueba de que el principito existió es que era encantador, que reía y que quería un cordero. Cuando se quiere un cordero, es prueba de que se existe", alzarán los hombros y te tratarán como a un niño! Pero si uno les dice: "El planeta del que venía es el asteroide B 612&qu

Entrevista a Langdon Winner en Teknokultura

Una interesante entrevista a Langdon Winner , estudioso de la Ciencia y la Tecnología, en la revista Teknokultura  (Vol. 8, nº 2, 2011), por Andrés Lomeña: http://teknokultura.net/index.php/tk/article/view/15/pdf No está de más recordar ese texto suyo fundamental que cuestiona el "dogma de la neutralidad tecnológica"  (el típico tópico: "la tecnología es neutra, todo depende del uso que se le dé") señalando que los artefactos tienen en sí mismos cualidades/propiedades políticas : ¿Tienen política los artefactos? Como complemento, una entrevista que le hizo Javier de la Cueva para la serie de entrevistas 15M.cc - Dormíamos, despertamos  en noviembre de 2011.

Barthes: la Tópica y los lugares (comunes) en la máquina retórica

“En la “máquina retórica” lo que se introduce al principio, emergiendo apenas de la afasia nativa, son los fragmentos brutos de razonamientos, hechos, un “tema”; lo que se encuentra al final es un discurso completo, estructurado, construido enteramente para la persuasión.” Barthes ( 1993: 120-121 ) Un bonito fragmento de Barthes con el que me topé el otro día, sobre los lugares y las Tópicas como elemento fundamental de la retórica (entendida como esa técnica o arte de producir discursos persuasivos en base a determinadas reglas y procedimientos más o menos establecidos, más o menos conscientes) a la hora de encontrar qué decir. Aclara, entre otras cosas, el sentido de la metáfora espacial para hablar de esas “formas vacías” y “estereotipos” ( tópicos ), los lugares comunes a los que recurrimos para producir cualquier discurso. Para un mayor desarrollo del tema, consúltese el texto. En francés: “B. 1. 18. Le lieu, topos, locus. Les classes de prémisses enthym