"El verdadero aficionado a los libros sabe que el placer concluye con su adquisición; mejor dicho, que la delicia suprema consiste en tener un libro a nuestro alcance, en saber que es posible leer en él... y luego no leerlo."
Manuel Azaña, Obras completas (ed. Santos Juliá), Taurus, Tomo VII, p. 428.
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